Venta Masiva de Bonos del Tesoro de EE. UU.: Inversores se Repliegan
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos han sufrido una caída significativa, lo que indica que los inversores están huyendo incluso de los activos considerados más seguros, optando por el efectivo en medio de una liquidación generalizada provocada por la nueva ofensiva arancelaria impulsada por Donald Trump. Este movimiento ha desatado temores sobre la estabilidad del mercado de deuda pública, que está valorado en 29 billones de dólares.
La tendencia a la baja en el mercado de bonos se intensificó el lunes, con uno de los saltos más bruscos en los rendimientos de los bonos a 10 años en las últimas dos décadas. El rendimiento de estos bonos continuó aumentando el martes, superando el 4,425%. Como es habitual, los rendimientos suben cuando los precios de los bonos caen, lo que ha generado preocupación entre los inversores.

Impacto de los Aranceles en el Mercado de Bonos
En las primeras horas del miércoles, el rendimiento a 10 años se situaba en torno al 4,337%. Muchos analistas se preguntan si la demanda de Treasuries está disminuyendo tanto entre inversores locales como internacionales. Meghan Swiber, estratega de tasas de interés en Bank of America, señaló que el contexto macroeconómico sugiere que ambos factores están influyendo en esta tendencia.
La volatilidad no se limita a Estados Unidos. En Japón, el rendimiento del bono gubernamental a 30 años alcanzó su nivel más alto en 21 años, lo que refleja la presión sobre los mercados globales. Según reportes de Reuters, inversores institucionales, incluidos fondos de cobertura, están vendiendo rápidamente activos líquidos como bonos del Tesoro para cubrir pérdidas acumuladas en otras clases de activos. Esta venta masiva también se debe a la percepción de que los aranceles impuestos por Trump podrían alimentar la inflación, complicando cualquier posible recorte de tasas por parte de la Reserva Federal.
Nuevos Aranceles y sus Consecuencias
Este miércoles, entra en vigor una nueva tanda de aranceles impulsada por Trump, que incluye nuevas medidas sobre productos chinos, intensificando el conflicto comercial global y golpeando la confianza de los mercados. Desde el anuncio de aranceles más agresivos, el índice S&P 500 cerró por debajo de los 5.000 puntos por primera vez en casi un año, acumulando una pérdida de 5,83 billones de dólares desde el anuncio inicial. Estas son las mayores pérdidas en cuatro días consecutivos desde la creación del índice en los años 50.
Pese a este derrumbe, Trump minimizó la situación, defendiendo los aranceles como un mal necesario para corregir desequilibrios comerciales. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que el exmandatario ha insinuado que estas medidas podrían mantenerse indefinidamente o usarse como herramienta de presión para obtener acuerdos más favorables con otros países.
La Posición de China y sus Implicaciones
La magnitud de las desinversiones en la renta fija estadounidense ha despertado señales de alerta en los mercados globales. Con China como el segundo mayor tenedor de deuda estadounidense, las miradas se centran en su posible respuesta a la escalada de aranceles. Washington ha elevado al 104% los aranceles aplicados a las importaciones chinas, lo que comienza a generar implicancias más allá del comercio de bienes.
Analistas de Bankinter advierten que esta etapa podría marcar el inicio de una disputa que excede el ámbito comercial y se extiende al frente financiero. La liquidación de deuda estadounidense podría señalar un cambio de paradigma en el que los Treasuries ya no actúan como refugio de valor global, lo que genera inquietud entre los inversores.
La posible venta coordinada de deuda pública estadounidense desde Pekín no solo afectaría los precios de los bonos, sino también la estabilidad del dólar. Desde Citi se alerta sobre un cambio de régimen en el que la liquidación de deuda estadounidense podría convertirse en un nuevo instrumento de presión geopolítica.
Ante esta situación, los analistas coinciden en la necesidad de monitorear estrechamente la evolución del mercado de bonos. La atención está puesta en cómo responderá el Gobierno estadounidense ante la presión del mercado y si la deuda se transforma en el nuevo epicentro de la tensión comercial.